No puedo más, estoy ansiosa por habitar lo que será mi nuevo hogar. Ayer nos reunimos en Odisea's los definitivos habitantes. Presentamos la casa a Alber, que sin haberla visto aceptó barco entusiasmado, tomamos medidas de todas las habitaciones, planteamos la distribución de los muebles, que es lo que cada uno podía traer, normas de convivencia y las fechas en las que cada uno se iría trasladando.
Volviendo a los muebles; Odisea's estaría desértica si no fuera por el armario que ocupa la futura habitación de Míriam.
Hemos decidido adaptar el sótano de la planta baja como estudio-taller: mesa y sillas para estudiar, sofá, cuadros y pinturas, música, tal vez una cama. El bunker por excelencia.
Por el momento hemos conseguido recopilar un par de mesas, sofás, sillas, cubertería y utensilios culinarios, nevera, microondas y algunas cosillas más. A ver como nos las apañamos para moverlo todo. Por suerte la lavadora ya esta en el desván de la terraza.
El viernes Sònia se encarga de hacer las copias de las llaves...
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